Sudoración excesiva o hiperhidrosis
A menudo la gente cree que en nuestra clínica sólo ofrecemos tratamientos para mejorar el aspecto físico. Nada más lejos de la realidad. La medicina estética abarca muchos campos y la mayoría de las veces suponen un mayor beneficio para nuestra salud que para nuestro mero aspecto externo. Porque un cuerpo sano por dentro, es también bello por fuera.
Una de las causas por las que mucha gente acude a nuestra clínica en la época estival está relacionada con la sensación de incomodidad de muchas personas ante una sudoración excesiva… pero ¿sabías que la sudoración excesiva o hiperhidrosis es una patología reconocida que se puede tratar?
¿Por qué sudamos?
La transpiración es una función de la piel que supone la liberación de líquidos ricos en sales, por parte de las glándulas sudoríparas. Esta función sirve, fundamentalmente, para favorecer la termorregulación, es decir, para mantener constante la temperatura corporal a 37 º C.
Cuando el cuerpo necesita liberar calor se produce la transpiración y así la piel se refresca por evaporación. Por este motivo sudamos cuando tenemos calor, durante el ejercicio físico o en situaciones de tensión, en la que la descarga nerviosa aumenta nuestra temperatura corporal.
El cuerpo humano cuenta con un total de entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas, que se activan en la pubertad. Las glándulas sudoríparas localizadas en las palmas de las manos, plantas de los pies, cráneo, rostro y axilas son especialmente sensibles a los estímulos psicológicos.
¿Qué es la sudoración excesiva o hiperhidrosis y por qué se produce?
La hiperhidrosis, exceso de sudor o transpiración, es una excesiva producción de sudor debida a un fallo del sistema nervioso simpático que hace que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal. Se estima que el 3% de la población padece hiperhidrosis primaria y esta afecta de igual manera a hombres y mujeres. Hasta un 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, por lo que es una enfermedad hereditaria. Se observa, sobre todo, en manos, axilas, pies y región púbica, debido a la alta concentración de glándulas sudoríparas en estas zonas.
¿Puede llegar a ser grave?
La hiperhidrosis puede presentar distintos grados de afectación para el paciente:
• Grado I: La sudoración no se nota nunca ni impide la actividad normal del paciente.
• Grado II: La sudoración es tolerable, pero a veces impide la actividad normal del paciente.
• Grado III: La sudoración es raramente tolerable y frecuentemente impide la actividad normal del paciente.
• Grado IV: La sudoración no es tolerable e interfiere continuamente en la actividad normal del paciente. Puede causar en quien lo padece graves consecuencias emocionales llegando a aislarse socialmente o modificar sus actividades diarias.
¿Cómo puede tratarse?
Actualmente existen tratamientos para tratar esta afección. En los casos muy graves puede llegar a requerir intervención quirúrgica. Sin embargo, para casos que no son extremos, es posible seguir tratamientos menos agresivos.
La toxina botulínica tipo A (Botox), por ejemplo, está aprobada por la FDA para el tratamiento de la sudoración intensa en las axilas. Pequeñas dosis de toxina botulínica purificada inyectadas debajo del brazo bloquean temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. Es un tratamiento rápido, eficaz, puede ser aplicado en cualquier zona y no requiere cuidados post tratamiento.
Se trata, pues, de una solución sencilla en casos leves de hiperhidrosis, y se ha mostrado muy efectivo, sobre todo para reducir la sensación de incomodidad y generar mayor autoconfianza en los pacientes que se han tratado.
Si crees que padeces de sudoración excesiva o hiperhidrosis y te sientes incómodo en ciertas situaciones, hasta el punto de afectar a tus relaciones sociales, quizás debas actuar al respecto.
En Clínica 4CES, analizaremos tu caso para que puedas solucionar tu problema lo antes posible, porque tu salud y tu autoestima son importantes. No lo dudes, podemos ayudarte.
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