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2020 ha sido el año en el que hemos dejado de ver a los demás y nos hemos visto demasiado a nosotros mismos. Es el año en que vivimos mirándonos a través de una pantalla con colegas de trabajo o amigos y descubrimos que nuestro rostro no era exactamente como el que nos devolvía el espejo (ese retrato que tenemos familiarizado de nosotros mismos siempre ha estado invertido) o con el selfi (que repetimos y perfeccionamos hasta que el de la pantalla es nuestra mejor versión).

“Ahora que trabajamos tanto en casa y hay tantas videoconferencias estamos recibiendo a muchos varones de mediana edad que se notan avejentados, no se ven bien en la pantalla y acuden a la consulta para mejorar y preguntarnos cómo se pueden ver más frescos”. Hablamos de masculinización facial.

¿En qué consiste este tratamiento?

Básicamente, en tratar tres zonas del rostro del hombre. “Una es el pómulo, que no debe ser redondo sino alargado y rectangular, para que haga la cara angulosa. La otra es la mandíbula, buscamos que sea cuadrada, así que utilizamos relleno en la zona posterior para marcar el ángulo y que el resultado sea recto y definido. Y la última es el mentón, para hacerlo prominente, ya que un mentón retraído siempre ha sido propio de rostros menos masculinos”. Todo se realiza con tratamientos de ácido hialurónico en densidades muy altas.

El tratamiento es un conjunto de procedimientos, generalmente no quirúrgicos cuyo fin es resaltar y definir los rasgos faciales en los hombres. Por tanto un engranaje perfecto de tratamientos para algunos varones que tienen cierto grado de insatisfacción con la forma de sus rasgos faciales, potenciando la masculinidad de los mismos. Siempre tendremos en cuenta, que no se debe perder la naturalidad del rostro del paciente, pero alcanzando los objetivos pautados.

Destacar la belleza, la armonía de los rasgos o de la personalidad del paciente es nuestro objetivo.

¿Qué tratamientos se realizan para resaltar la masculinización facial?

Teniendo en cuenta lo señalado anteriormente, en este tipo de tratamientos, se debe insistir en ciertos aspectos como:

Definición del pómulo y la mandíbula

Un ángulo mandibular bien estructurado y bien definido está asociado a una gran belleza en el rostro del hombre, es decir, potencia la masculinización facial. El contorno mandibular se realza generalmente con materiales de relleno como el ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica (Radiesse). Los puntos donde debe realizarse la aplicación suelen ser la zona de la mandíbula más próxima a las orejas y la zona superior de la mandíbula.

Aumento del mentón

Otra forma de promover la masculinización facial, es mediante la aplicación de ácido hialurónico o Radiesse en el área del mentón. Si un paciente varón tiene una baja proyección en el mentón, el rostro tiene un aspecto más femenino. Los rellenos faciales en mentón, son una espectacular solución temporal para los hombres que no quieren someterse a un procedimiento quirúrgico (mentoplastia).

Rinomodelación

Con la rinoplastia sin cirugía o rinomodelación, no se puede reducir el tamaño de la nariz, pero se puede conseguir un buen efecto lifting y enmascarar irregularidades en la nariz. Normalmente en la nariz lo que se persigue es conseguir suavizar los contornos o eliminar una curvatura muy pronunciada.

Aumento de labios

En este tipo de tratamiento, no se persigue que el varón tenga unos labios carnosos, pero sí podemos conseguir una simetría en ellos con los rellenos con ácido hialurónico. Digamos que a lo que va encaminado el tratamiento de aumento de labios en este caso es corregir las diferencias de la parte superior y/o inferior de la boca. Dependiendo del material empleado se pueden conseguir resultados perdurables en el tiempo hasta 12 meses, siendo necesaria su reaplicación pasado el tiempo indicado o cuando se observe la absorción completa del producto de relleno.