La sufren tres de cada 10 mujeres y tiene causas hormonales

Estamos hablando de un tipo de alopecia muy concreto que aparece en algunas mujeres y tiene su origen en trastornos hormonales que se traducen en un aumento de los niveles de andrógenos, que son hormonas masculinas.

¿En qué consiste este tipo de alopecia?

Se trata del adelgazamiento, clareado, pérdida de vigor y grosor del cabello, especialmente en la zona superior de la cabeza. Muchas veces, otras áreas como la del flequillo permanecen intactas y se observan mechones fuertes justo encima de la frente, seguidos de descubiertos.

¿Qué causa la alopecia androgénica?

Los andrógenos (hormonas masculinas) provocan un adelgazamiento progresivo de los folículos capilares hasta convertirlos en un pelo velloso, fino y casi inapreciable. Este proceso también se conoce con el nombre de miniaturización folicular.

Este problema suele aparecer en la pubertad, debido a los cambios hormonales propios de esa etapa. Las mujeres que sufren este tipo de alopecia tienen los andrógenos elevados por algún tipo de trastorno hormonal. El más frecuente es el síndrome del ovario poliquístico, aunque también puede darse el caso en mujeres cuyos niveles de andrógenos en sangre sean normales pero los folículos de su cuero cabelludo sean genéticamente más sensibles a su efecto.

Factores que pueden provocarla

El estrés, el estilo de vida actual o una mala alimentación influyen en una manifestación precoz de este problema.

¿Es posible recuperar el cabello perdido?

El objetivo de los tratamientos es prevenir el avance de la alopecia y fortalecer los cabellos debilitados para mejorar el calibre o grosor del pelo y dar una mayor cobertura y densidad.

Es importante valorar las características de cada persona. El tratamiento de esta patología es diverso y eficaz, y debe adaptarse a la situación personal, laboral y vital de la paciente.

La terapia de este tipo de alopecia se centra en:

  • Recuperar el grosor del pelo.
  • Frenar el avance del afinamiento del cabello.
  • Evitar efectos rebote, es decir, que no se pierda lo que se ha logrado hasta el momento, en caso de que la paciente tenga que interrumpir el tratamiento capilar por un embarazo u otras situaciones.

Entre las terapias capilares disponibles están:

  • Mesoterapia capilar, que permite administrar fármacos directamente en el bulbo piloso.
  • Toma oral de medicación específica para el cuero cabelludo.
  • Trasplante capilar, que es una posibilidad para determinados casos.

La mesoterapia con factores de crecimiento plaquetario ha demostrado su alta eficacia al mejorar la irrigación sanguínea en el cuero cabelludo, fundamental para un crecimiento sano del cabello. Otros de los beneficios probados son la elongación de la vida natural del pelo y el aumento del número de cabellos en fase de crecimiento.

Finalmente, si tras el tratamiento farmacológico y la mesoterapia no se consiguen los resultados deseados, el trasplante capilar es la solución estética para repoblar aquellas áreas que han perdido densidad capilar de manera irreversible.

En cualquier caso, es fundamental consultar con expertos para diagnosticar cuál es el problema de salud capilar cuanto antes. La doctora Adriana Antesola, experta en Medicina Capilar puntualiza que «el diagnóstico temprano es el mejor aliado del problema, y ponernos en manos de un profesional experto para plantear las opciones de tratamiento individualizadas más efectivas será el siguiente paso a seguir».