Entre el público femenino es toda una estrella, pero en la cosmética masculina ofrece un amplio abanico de posibilidades desconocidas para la gran mayoría.
La cosmética es la gran aliada para mostrar la mejor versión de uno mismo, y no hay duda de que evoluciona a pasos agigantados. El desarrollo de tratamientos, igual que sucede con el mundo de la moda, también sucumbe a las tendencias; de ahí que, si se echa la vista atrás, el abanico de posibilidades, así como las preferencias hayan cambiado. En el ámbito femenino el ácido hialurónico es uno de los productos estrella tanto en los cosméticos como procedimientos estéticos.
Este compuesto se hizo un hueco en los laboratorios cosméticos en los años 90 y desde entonces su supremacía como activo hidratante -absorbe hasta mil veces su peso en agua- se ha mantenido inalterable. Su éxito reside en que en la mayoría de los casos no genera alergias al tratarse de un componente natural del cuerpo ya que su función en el organismo es, entre otras cosas, la de atrapar el agua e hidratar el tejido.
El nuevo ‘filler’ de moda
En el caso de los hombres todavía no es tan popular ya que una gran mayoría lo asocia al aumento de labios o pómulos que suele realizarse en las mujeres. Sin embargo, sus posibilidades son bastante amplias, así nos lo explica la doctora Mª Ángeles Canosa, directora de medicina estética en Clínica 4 Ces.
“Entre los hombres recomendamos cada vez más los tratamientos con bioestimulación mediante productos inyectables a base de ácido hialurónico no reticulado con aminoácidos y estimuladores de colágeno para una acción revitalizante, hidratante y regeneradora de la piel. Se trata de procesos con los que se logra un aspecto menos cansado y más juvenil”, explica y puntualiza que uno de los favoritos es el relleno de los surcos nasogenianos así como la recuperación de los contornos mandibulares, zigomáticos (pómulos) y la eliminación de bolsas y ojeras. Además, el perfilado de labios cada vez está siendo más solicitado, pero como hidratación y contorno, no como aumento en sí.
Antes de realizarse cualquiera de estos tratamientos hay que estudiar diversos factores como la edad, el tipo de piel, la alimentación o el biotipo facial: es decir, sus características faciales. Si es de tipo mesofacial, dolicofacial, o braquifacial; que se traduce en cara proporcionada, alargada o ancha y su comportamiento funcional para lograr un rejuvenecimiento facial con resultados expresivos. También se tienen en cuenta las alteraciones tales como las asimetrías en el rostro para corregirlas y así lograr una armonía”.
Cada día son más los hombres que acuden a la consulta de medicina estética para hacerse tratamientos faciales. “Los pacientes entre 25-35 años acuden por tratamientos puntuales, remodelación nasal, ojeras, hidratación facial con Skinboosters”. A partir de los 35 la demanda se centra en el antienvejecimiento mientras que a partir de los 40, se buscan una mayor definición de la mandíbula y masculinizar más los rasgos, proyectando mentón, pómulos y ángulo mandíbula.
“Sobre el rostro masculino, hay que señalar que es más de líneas marcadas y posee ángulos más agudos. Cuando vemos a un hombre nos transmite una sensación de masculinidad y fuerza, si tiene un mentón contundente y una mandíbula bien definida y muy marcada y prominente. Los ángulos de la cara deben ser marcados; así como en la mujer buscamos la suavidad en sus volúmenes, y en la transición de los tercios medio a inferior, en el hombre está transición ha de ser más marcada. Cuando valoramos y estudiamos un rostro masculino, pensaremos más en proyectar que en rellenar, huyendo de formas redondeadas”.
El tratamiento más popular para hombres es la definición de la mandíbula con ácido hialurónico, que proyecta y da fuerza en la zona. “Se usa un hialurónico más reticulado para dar más soporte y proyección y se utiliza indistintamente cánula o aguja. La cánula es cómoda y nos permite llegar a varias zonas desde un mismo punto y distribuir el producto de una manera más homogénea. Para puntos muy concretos, como ángulo mandíbular y zona del arco malar, la aguja nos deja hacer depósitos profundos que luego moldearemos”. En cualquier caso, puntualiza que estos productos deben depositarse en planos profundos para que no queden irregularidades.
Otros tratamientos muy demandados
Además de la redefinición del ángulo mandibular y marcar mandíbula, añadimos otros tres muy populares.
- Tratamiento del mentón para hacerlo más cuadrado.
- Ácido hialurónico en las mejillas, cerca del rictus para que la cara se vea más descansada. “En este caso no se debe trabajar el pómulo para proyectar, ya que la proyección dará un aspecto más femenino”.
- Rinomodelación con ácido hialurónico que redefina el perfil.
Los cuidados posteriores
Todos los expertos coinciden en que la hidratación y el cuidado con la exposición al sol resulta clave. Además, hay que evitar ejercicio físico extremo en los días siguientes al tratamiento, así como saunas y fuentes de calor. La doctora Mª Ángeles Canosa recomineda el uso de sérums con ácido hialurónico junto con la crema de noche y otro de vitamina C junto con la de día. También apunta que convendría realizar revisiones cada 6 meses para renovar la bioestimulación facial con vitaminas y ácido hialurónico.
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